sábado, 24 de julio de 2010

Capítulo XI: Lío de ideas

Madrid no está tan lejos de Sevilla. Tan solo a dos horas y media, que con el trayecto desde mi casa a Atocha y posibles retardos suman tres horas y media. Aquí me encuentro, en mi AVE disfrutando del viaje. Creo que me voy a comprar un asiento de éstos para utilizar el portátil. Qué comodos son. En este momento se me vienen a la cabeza ese trio de conceptos "UMTS"- "alta movilidad" - "> 120 km por hora". Qué bueno son los mayores que. Dejando de divagar, confieso que hoy he tenido una sensación extraña cuando me he ido del piso. Más de una vez he comentado que cuando me voy de Madrid todo lo que he vivido allí me parece un sueño, como una película, una historia vivida en tercera persona. También he dicho que las nuevas personas que he conocido han desarrollado actitudes similares a las que mis amigos de siempre tienen conmigo, lo que me lleva a pensar que ese que está en Madrid soy yo mismo. Reflexiones muy profundas para esta hora de la mañana. Andalucía y el buen clima se ven por la ventana, ya he llegado al Caribe. Lo siento mucho, pero una vez más, con poco tiempo, tengo que dejar de escribir. Porque no voy a colgar esto sin revisar el formato y leerlo un par de veces, desde luego...

viernes, 25 de junio de 2010

Capítulo X: Parque Warner

Con la llegada del buen tiempo vino la primera visita a la Warner. Creo que todo el mundo sabe a qué se va a un parque de atracciones menos yo. Llegamos a primera hora y comenzamos con un plato fuerte para entrar en calor: "Vamos al Superman que luego se peta". Se ve que empezar por 90 kilómetros por hora está bien. Y ahí estaba yo, iluso de mí, que no sé que creía que iba a pasar. Me dí cuenta de la situación en el primer loop, cabeza abajo. Estaba en un parque de atracciones con atracciones bastante fuertes... y no me lo esperaba!! No fuí capaz de gritar en toda la atracción, situación que tuve que compensar en el resto. Dejo momento previo al susto:


Solo dejé de montarme en una atracción: el Enigma. Es la típica atracción de caída libre en la que te suben a varios metros y empiezan a moverte verticalmente... lo pude resistir un par de veces. A la tercera, mi cuerpo no admitía mas ver las Cuatro Torres y el champiñón de polución Madrid. Lo que sí me hizo mucha gracia es lo que me decían mis compañeros de atracción, a saber, Patri la primera vez y Sven la segunda: "Juanan, suéltate, que está mucho más chulo". Y Juanan con dolor en las manos de agarrarse fuerte. Aquí pude hacer foto la vez que no me monté:


El resto del día estuvo bastante bien, me regalaron una vuvuzela, nos mojamos de arriba a abajo y, lo más importante, nos hartamos de reir. Hubo un momento en el que me desconcerté bastante. En la casa del terror -o como se llame- los laberintos para hacer las colas estaban decorados con cuadros de personas a las que se les movía los ojos. Pues uno de ellos movía los ojos de forma un poco... desacompasada. En vez de miedo daba pena. Para mí siempre será la vizca de la Warner.


La verdad es que el día estuvo bastante chulo. Os dejo la foto con que cerramos la jornada.


La próxima visita a la Warner será a la que me ha invitado mi empresa. Estresado por no chillar no voy a acabar desde luego.

viernes, 18 de junio de 2010

Capítulo XI: Mi Vecino de Arriba, el DIA y Fiesta del Negro

Yo estoy ya por subir con un par de cervezas y decirle cuando abra la puerta: ¿Una partidita a las canicas?. Me tiene negro ese ruidito... Es algo así como: "pom-pom-pompompompom". El hombre no se cansa de jugar a las canicas, qué le vamos a hacer. Es cierto que el piso es tuyo del suelo al techo y la casa del suelo al cielo, y acostumbrado a no tener vecinos arriba (bueno, en Montequinto mi vecino de al lado tiene un perro y un cerdo -sí, un cerdo- que entretienen a Newton una barbaridad) tiene que haber cierta adaptación. Pero bueno, por lo menos no me ha tocado ni la vecina sorda ni la vecina loca. Me ha tocado el vecino que juega a las canicas.


lunes, 14 de junio de 2010

Capítulo VIII: Qué Bien me lo Paso

Volviendo del curro en el autobús ha salido el tema de los blogs, y me han dicho que escribir un par de veces al mes es muy poco. Sorpresa cuando llego a casa y veo que hace mes y medio que no escribo. No tengo perdón. Tengo siempre en la boca el "no tengo tiempo", y esto no puede ser. 

Uno de los motivos que ha hecho que no escriba ha sido claramente la tele nueva. Primero, vicio al Viva Piñata (amado por unos y odiado por otros) y luego, Mujeres Desesperadas, que parece no tener fín. Pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena.

Cierto es que aquí es complicado aburrirse. Se plantean sobre la marcha planes que acaban siendo una pasada. Vamos a repasar los dos últimos fines de semana, por ejemplo.

El jueves de hace dos semanas era fiesta, y aprovechando que estaban aquí los padres de Patri fuimos a dar un paseo por El Retiro, donde me compré un libro de cocina llamado: "Cocina de Temporada para Inexpertos". Que ya se va cansando uno de lo mismo siempre y hay que ir aprendiendo nuevas recetas.



El viernes vinieron de visita Aurora y Laura y fuimos a ver Sexo En Nueva York 2. Desilusión completa. Ni un principio, ni un fín, ni una lógica. Menos mal que tiene un toque de humor, porque si no hubiera salido llorando del cine. ¡Que parecía que las actrices se estaban disfrazando todo el tiempo! A pesar de esto, fuí con mucha ilusión. Dejo foto como testigo.


Y sí, llego el día del concierto. Rock in Rio pa'l cuerpo. Nunca había estado en un macroconcierto, y la verdad es que aluciné. Entre el buen sitio que teníamos, lo chulas que estaban las canciones y poder ver a mi hermana tan contenta me lo pasé muy bien. Me encantó que Rihanna cantase "Take a Bow" y "Live your Life". Esas canciones las tenía ralladas de tanto escucharlas en el Golf. También me gustó mucho "Gitana" de Shakira, que me la aprendí con Adri, Cristina y la Asun cuando estuvieron aquí. Foto al canto.


Sabéis que no me gustan los posts largos. Paro aquí y seguimos otro día. Besos!!

viernes, 30 de abril de 2010

Capítulo VII: Patricia, ¿Dónde Está Mi Query?

A veces, cuando nos acabamos de despertar, somos capaces de recordar los sueños que hemos tenido a lo largo de la noche. Pues hoy no ha sido un día de esos. Resulta que esta noche he hablado con Patricia, y cuando me lo ha contado, lo he recordado todo. Llevamos toda la tarde riéndonos con lo que ha pasado. El suceso (os lo cuento en tercera persona) ha sido tal que así:

"Juanan se levanta en medio de la noche y empieza a llamar a Patricia.

J: Patri, ¿dónde está mi query?
P:....zzzZZZZzzzzzzz
J: Patriiiii, ¿dónde está mi query? 
P:....zzzZZZZzzzzzzz

En ese momento Juanan empieza a mover a Patricia para que se despierte.

J (gritando): Patri, ¿dónde está mi query? ¿dónde está mi query?
P (adormilada): ¿Qué pasa Juanan?
J: ¿Que dónde está mi query?
P: Juanan, creo que estás hablando de trabajo.
J: No Patri, quiero saber dónde está mi query.
P: ¿Qué query Juanan?

Juanan, de rodillas en la cama, empieza a señalar la parte del colchón donde falta la almohada.

J: Patri, ¿Dónde está mi query?
P: Juanan, lo que quieres no es tu query, es tu almohada.
J: ¿Y dónde está?
P: Se te habrá caido.


Entonces, Patricia se da cuenta de que está abrazada a la almohada de Juanan.

P: Toma Juanan (dándole la almohada), duérmete."

No me puedo quejar. Siempre digo que cenamos muy tarde y mucha cantidad, y anoche era yo el que se encargaba de la cena... :D

domingo, 18 de abril de 2010

Capítulo VI: Yo Quiero Ser Profesor

Quizás sean unas de las palabras que más he repetido en los últimos años. Es un tema que he analizado, estudiado y deseado con prácticamente todas mis fuerzas día a día. Considero que es algo que me ha caracterizado fuertemente, que ha tenido una duración considerable y que -por ahora- no va a tener novedades. Aunque a primera vista pueda parecer que no tiene relación con mi situación actual, confieso que ya me ha pasado alguna vez que otra por la cabeza la duda de qué hubiera pasado si hubiese elegido el otro camino. Tiremos de memoria y repasemos cómo llegamos de "yo quiero ser profesor" a "no sé si quiero ser profesor o consultor".

Volvemos atrás en el tiempo al verano del 2004, momento de elegir la carrera. En ese momento yo estaba fascinado por las matemáticas, me sorprendía el hecho de que existiera la posibilidad de estar realmente seguro de haber hecho algo bien. Las cosas podían cuadrar, podías volver atrás y -sin más ayuda que el desarrollo lógico- corregir o confirmar un resultado. Comparando esta materia con historia, por ejemplo, veía claramente una rectitud, una veracidad y una lógica que me dejaban embelesado. Mezclando este razonamiento con mi afán de llegar a ser profesor, decidí elegir Licenciatura en Matemáticas como carrera. El motivo era fácil, me iba a llevar a hacer lo que quería, con algo que me gustaba muchísimo. Mis padres y mis profesores me aconsejaron coger una carrera que me permitiese lo mismo pero en la que tuviera la oportunidad de desarrollar otras habilidades. Una Ingeniería o una Arquitectura saciarían mi ansia de matemáticas a la par que me dejarían abierta la posibilidad de ser profesor. Me decidí por Ingeniero Industrial.
A veces un pequeño detalle cambia tu vida completamente. Lo que me hizo elegir Teleco en vez de Industrial fue un detalle de éstos. Sentado en un banco del colegio con unos compañeros, una profesora se paró y nos preguntó que qué carrera habíamos elegido. Cuando respondí que Industrial, me dijo que su hijo estaba de psicológos porque era demasiado difícil. Así que decidí elegir Teleco (como si ésta no le diera de comer a los psicólogos igualmente). 

A lo largo de la carrera le fui preguntando cada vez que tenía la oportunidad a prácticamente todo el mundo que podía darme un punto de vista diferente. Sé que he sido "pesaito". La forma de llegar a mi meta era conseguir una beca en un Departamento con intención de tener un primer acercamiento a la Universidad. Ése era el comienzo del camino. Aprovechando que me gustó mucho la forma de trabajar con una Profesora pedí una beca para colaborar en un Departamento, con lo que en septiembre de 2008 allí estaba yo comenzando a trabajar con W-CDMA con mi querido Matlab. Para mi gusto, el 2009 ha sido uno de los mejores. Trabajé con toda la ilusión que se puede poner en lo que se hace. Cada día era feliz. 

En verano de 2009 hice las entrevistas para la empresa en la que estoy trabajando actualmente. Me confirmaron que había pasado el proceso de selección y que en breve me incorporaría.

En noviembre de 2009 presenté mi Proyecto Fin de Carrera. Fué un día muy emocionante. Recuerdo mirar al frente y ver la sala completamente llena de caras conocidas. El contenido de la presentación lo tenía muy preparado, pero no por ello era menos difícil. Cuando he visto el video de aquel día me da la sensación de que estaba diciendo un trabalenguas muy largo. No es broma. Cuando acabó la ronda de preguntas y la calificación, el jurado se levantó inmediatamente para hablar conmigo. Me comunicaron que eran conscientes de mi intención de ser profesor y que existía la posibilidad de sustituir una baja. ¡El momento llegó! En ese mismo instante "todos mis sueños se habían hecho realidad". Pero estaba tan relajado después de tanta tensión que la situación se me iba de las manos. Así que quedé en hablarlo más adelante.

Así fue como llegué al dilema "consultor versus profesor", en el que prácticamente todos habéis participado. El resultado ya lo sabéis. No era el momento. No me arrepiento, aunque tampoco me hubiese arrepentido en caso contrario.

miércoles, 7 de abril de 2010

Capítulo V: Evolución del Pisito

Llevo bastante tiempo queriendo subir una nueva entrada. La disculpa por no escribir antes la dejo citando a Alfonso:
Juanan, a ver si actualizamos el blog, que desde que escribiste lo de que no tienes tiempo libre no has escrito nada.
Ahí quedó.

Una de las ventajas de escribir un blog es que eres tú el que define el contenido. No hay editor ni jefe que te diga lo que vende o no vende. Como yo soy mi propio editor (jajaja) hoy la entrada va a ir de fotos de cosas de la casa. La verdad es que es bastante pobre. Es tarde y la riqueza linguística se me ha acabado haciendo informes de diseños a lo largo del día (jajaja de nuevo).

Lo que viene a continuación se trata de una idea que tuvimos al principio de llegar a Madrid. El problema consistía en que no teníamos sitio para tender todo, así que ideamos un tendedero especial para camisas aprovechando las cuerdas de las cortinas (aprovecho para comentar que hay que ver que quedaron mis cortinas, que las hice yo y que aunque ahí no estén extendidas y bonitas ya os las enseñaré).


Hasta aquí todo más o menos bien. Enganchando las cuerdas podíamos colgar las camisas tranquilamente. Lo que realmente me hizo gracia de este sistema es el mecanimos de poleas que Patri inventó, que permitían poner la cuerda más o menos tensa en función del peso que le pusiéramos (de nuevo, el bajo de las cortinas está mu mono).


Finalmente nos compramos un "burro", con lo que podemos tender tranquilamente sin que se nos arruguen nuestras camisitas. En la foto podéis observar que tenemos unos cascos del AVE encima de la mesa. Parecen una plaga por toda la casa. Si necesitáis unos ya sabéis.


La siguiente adquisición fué un elemento indispensable en la vida de todo yuppie, un galán. Esta foto va dedicada en exclusiva para las amigas de Patri, que sé que le gustan estas cosas :P. En el palito que esta libre es donde se supone que va la corbata, pero este tema lo analizaremos en una futura entrada con video, que si no pierde la gracia el tema del corbatero.


Los que me conocéis sabéis que comer "de tupper" o fuera a diario no me gusta nada. Pero con la mochilita que me regaló mi madre todo es diferente. Comer de tupper es hasta divertido. Entre que preparas la maletita, la abres para comer, guardas todo cuando has acabado y te paseas con ella parece que estás jugando a las casitas. Aquí tenéis a la estrella:


Finalmente os traigo una novedad, algo que no ha visto ni Hadriano: la decoración de la cocina. Creo que compramos las pegatinas antes que cualquier otra cosa de la casa. El caso es que entre unas cosas y otras se nos ha ido pasando el pegarlas y este fin de semana ya no podía aguantar más la cosa. La verdad es que ha quedado bastante chulo. Decir que fotografiar un piso es bastante complicado. Ahora comprendo a los que alquilan por internet.


La próxima entrada pienso hacerla en video. A ver si me acuerdo un día que esté medio presentable y tenga tiempo suficiente y grabo un par de cosillas que os quiero enseñar.

domingo, 7 de marzo de 2010

Capítulo IV: Valorando Mucho El Tiempo Libre

Ya va todo mucho mejor. Decir que me ha costado bastante trabajo hacerme de nuevo a una rutina (y vaya rutinita) es poco. Supongo que esos días en los que me reía con Hadriano diciendo que estábamos en la fase oculta de la vida en la que ni se estudia ni se trabaja han pasado factura. ¡Y mira que tenía el ritmo cogido este verano estudiándome los pasos de mensajes! Pero bueno, ya pasó. Volvemos a ver el lado positivo de las cosas. De todas formas os dejo un par de citas que me han dicho para animarme que me parecen muy buenas.

Trabajo, la misma palabra lo dice: trabajo.
(Mr. Becerra Senior)
Si te pagan por trabajar, no puede ser bueno.
 (Mr. Rivera Senior)

Cada vez me siento más sevillano. Supongo que será porque desde que he llegado aquí es algo que me caracteriza. Creo que ninguna de las personas que estuvieran conmigo en el día a día antes de enero me llamarían por "Juanan el sevillano". Pero es que aquí es lo que soy. Y resulta que -por lo visto- tengo el acento mu' marcao. 

Las dos primeras semanas empecé a darme cuenta de que la gente no me entendía al hablar. Me refiero a que no me entendían cómodamente. Así que empecé a esforzarme un poco trabajando mi dicción. El resultado fué que empecé a sentirme muy incómodo porque no era capaz de expresar mis ideas a la velocidad a la que estaba acostumbrado. Sigo manteniendo mi postura: uno de los grandes avances de la forma del hablar del sur es que somos capaces de transmitir más información en menos tiempo. Y eso se llama eficiencia. Así que opté por ser más eficiente y empezó a darme igual todo.

Es normal que en sitios diferentes se hable de manera diferente. Poco a poco he ido descubriendo que hay palabras que para mí son muy normales y que "los de fuera" no entienden. Voy a escribir varias frases con  palabras con su significado habitual para que me comentéis cuál pensáis que es el "problema". Lo propongo como juego, a ver si así le podemos dar un poco de interactividad a esto.
  1. ¡Camarero! ¡Unas avellanitas!
  2. Traeme un par de alfileres para colgar la ropa en el tendedero.
  3. Me gustaría pintar este testero de color diferente al resto.
  4. Me hace falta un trompo y una broca del cinco.
  5. ¡Si es que no me echas cuenta! ¡Te lo acabo de decir!
  6. Échate una mijita de Nivea.
Bueno, ya me contáis. Si no os apetece comentar, no os preocupéis. Cada vez que me decís algo del blog me pongo muy contento. (Estamos mu contentos... jajaja)

lunes, 15 de febrero de 2010

Capítulo III: Mi Primer Día De Trabajo: La Odisea

Bien sabido es que la combinación "mudarse + cambiar de ciudad + convivir con alguien que no sea tu familia + vivir con tu novia + empezar a trabajar -todas ellas por primera vez-" estaba esperando impaciente para estallar. No todo podía ir tan bien como parecía. La semana pasada fue la más entretenida en Madrid: las visitas de Zaui, Hadri, mi padre y el tío de Patri derivaron en salidas nocturnas y en comidas en restaurantes a lo Deloitte (sí, chicos, volví a la Vaca Argentina ^^). Es por eso que no conseguí publicar nada, a pesar de tener escritos varios fragmentos y preparadas un par de fotos. Pero bueno, el tema de la superación personal no es tan interesante como uno de los grandes hitos en la vida de toda persona: el primer día de trabajo. Vamos a ello.

Nunca pensé que me podrían dar una acogida tan calurosa personas desconocidas. No voy a mentir, no me siento como pez en el agua hablando (más bien, escuchando) de temas financieros, pero este nuevo proyecto que se me presenta me supone un nuevo reto personal. A la vez que me mezclaban la teoría con el argot y los acrónimos propios de la materia, recordé que sobreviví a Vozmediano. Ya no hay nada que temer. Después de la mayor parte del día viendo nevar por las paredes (causa de que sean transparentes en la oficina) llega la hora de salir y empieza la vuelta a casa después del primer día de trabajo. Un buen día. Por ahora, casi perfecto.

Paseando por la nieve llego a la parada de autobús. Yo pensaba que era así de sencillo: si lo cogía en la acera opuesta de donde lo había dejado y esperaba el mismo número de paradas que dejé pasar al venir, llegaría a la parada inicial. Vamos, el mismo camino en sentido contrario. Debido al frío, el autobús estaba completamente empañado, por lo que no se veía la calle. Cuando me doy cuenta, han pasado como 10 paradas, ninguna de ellas la mía. De repente caigo en la cuenta de que cogí el autobús sin mirar cuál era, ya que, con el paraguas en una mano, el móvil en la otra y el portátil colgado al hombro, cuando llegó el autobús mi mayor problema era encontrar el abono de transportes en la cartera. Siguen pasando las paradas... el autobús nombra calles que ni me suenan... ¿dónde estoy? ¿dónde está mi Golf?... preguntas sin respuesta que me llevan a ver que en la siguiente parada hay una estación de metro. Corriendo me bajo y me monto en el metro. Casualmente la línea lleva a la puerta de mi casa. En la siguiente parada, el metro no se para en el sitio correcto, por lo que las puertas no se abren. La gente empieza a chillar, y el metro ¡¡empieza a ir marcha atrás!!. No, no hacen el típico ruido de los autobuses de... PIIII PIIII PIIII... En ese momento mi cabeza empieza a pensar que cómo es posible que un metro pueda estar parado más tiempo de lo normal... ¿no vienen más metros? ¿No hay problemas de concurrencia? ¿Voy en la dirección equivocada? Es muy tarde, está nevando y estoy deseando llegar a casa. Un poco más tarde consigo llegar a mi parada de metro. ¡¡Horreur, terreur, paveur!! Desde la avenida a la puerta de mi casa está todo helado. Algunos saben ya que no sé patinar. Es una habilidad que no existe en mi cerebro. No soy capaz, es así de simple. Pues hoy era el día del patinaje artístico. Consigo cruzar la calle y llegar al portal. Entonces viene la guinda del pastel. El suelo estaba cuajado de verdad. Os recuerdo la situación: traje de chaqueta, portátil y paraguas. Pues desde la entrada del edificio al portal allí que va Juanan con el culete pegado a la pared a lo Inspector Gadget. ¿Ir a hacer la compra? jajaja. Eso será otro día.

Pues así ha sido mi primer día de trabajo. Si es que nos sorprende lo que menos nos esperamos...

domingo, 31 de enero de 2010

Capítulo II: Primera Salida Por Madrid

Después de los grandes éxitos de la semana como "Juanan, compra alcahuciles", "no sin mi crema hidratante" y "hablas como los Morancos" llegó la primera salida por Madrid. Mucho me temo que hasta que no haga el curso de policies no sé hasta dónde puedo contar de lo que realmente estoy haciendo aquí. Pero bueno, mientras tanto podemos comentar el (poco) tiempo libre a ritmo de un menta poleo hecho con mi fabulosa kettle.

Hoy introducimos a nuestra nueva amiga Marina, una cordobesa que tiene una harta' de reir encima, con la cual quedamos para ir al centro comercial Plenilunio. Para que nos hagamos una idea, sin dar números exactos, es alrededor del triple que el Nervión Plaza. 2.700 plazas de aparcamiento creo que no son pocas. Aún no me acostumbro a esta ciudad titánica, que a pesar de que Wikipedia diga que tiene la misma densidad de población que mi ciudad de nacimiento, yo garantizo que es imposible abrir los brazos y no darle a alguien. Vamos, que incluso si lo hago en el piso le saco un ojo a Patri. Intentemos no irnos por las ramas. Plenilunio. Yo, Juan Antonio Becerra, me he conformado (utilicémoslo como sinónimo de hartado) con ver dos tiendas. Dos tiendas en una tarde. Quien haya venido conmigo de tiendas sabrá de lo que hablo. Es que Madrid es mucho Madrid.


Hoy ha tocado de cenar Kebab (o Kebap, como ponía en la carta) en el centro comercial Diversia. La verdad es que está bien, es un sitio bastante agradable, moderno y futurista con parada de metro cerca. ¿Qué más podemos pedir?


El local de copas han sido todo un descubrimiento, El Chambao en la calle Manuela Malasaña. Alguno con letras raras en su nombre disfrutaría bastante allí. Es un sitio bastante recogidito, barato hablando de Madrid y con mucho encanto. Mojitos deluxe.

A pesar de que la entrada de hoy parezca un comentario crítico a lo Guía Michelín, espero que sirva de incentivo para visitar nuestra humilde morada. Lo repito por enésima vez en la noche: ¡Madrid está muy guay!.

Me despido por hoy (es ya bastante tarde y Patri lleva dormida un buen rato) comentando una frase publicitaria de un folleto que nos ha llegado que me ha parecido graciosa: "gratis con tu pedido nuestra nueva galleta de la fortuna, más crujiente y con mejores deseos".

miércoles, 27 de enero de 2010

Capítulo I: Madrid no está tan lejos...


...de Sevilla. Es el consuelo que intentan darte todas tus personas queridas cuando te despides. Quizá no son más que 600 kilómetros mal contados, pero son los suficientes para significar un cambio de dimensión. Atrás quedan cinco añitos en la ESI, acceso directo para trabajar en Madrid. Pero eso no es lo que me interesa contar hoy.

Como nuevo proyecto, a forma de diario (no tiene nada que ver con la periodicidad con la que pienso escribir) "público" voy a ir escribiendo mis reflexiones. Nunca he querido tener un blog. Me parece el tipo de propósito que tarde o temprano acabas abandonando y que acaba siendo frustrante no poder trabajar con él. A ver qué tal se me dá.

Hoy comenzamos con la valoración de mi último periodo. En septiembre de 2004 comienzo Ingeniero de Telecomunicación en la Universidad de Sevilla. El primer día de clase mi querida Alba me pone un mote: Cokito. Desde entonces empiezo a ser Juanan para todo el mundo y Cokito para Alba.

Para mí, los que han marcado la diferencia cada año de la carrera han sido mis compañeros, algunos de ellos grandes amigos hoy en día. Ellos junto a mi familia son los que han hecho que no me vuelva (del todo) loco y que hoy sea lo que soy. Poco a poco mi carácter se fué formando y empecé a tener las cosas claras y a saber qué quería.

Ala, creo que ya está bien por hoy. No pretendo escribir tochos "infumables". Ya me diréis que os parece esta nueva iniciativa.